Proyecto editorial en continua construcción, ubicado en un bucólico paraje de la huerta oscense. Su trabajo es de forma completamente artesanal, cuidando cada etapa del proceso. A través del autoaprendizaje y la filosofía DIY recuperan algo de ese espíritu de los inicios de la imprenta, donde los pasquines y periódicos brotaban de garajes y boardillas.
Su alegato versa sobre recuperar el valor específico que los libros de hoy en día han perdido; objetos sin alma fabricados por máquinas sin alma, números contados en 4 o 5 cifras en el mejor de los casos, todos exactamente iguales. El libro y su deriva cultural, así como su oficio, significa mucho más, y por tanto el resultado nunca podrá ser el mismo.